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  • Mac nuevo vs. PC nuevo

    La guerra Mac vs. PC no decae nunca y en cada rincón del frente de batalla se puede uno encontrar diversas escaramuzas. Sin ánimo de echar más leña al fuego (mentira) quiero compartir con vosotros una experiencia que me ha tocado vivir. Como ya sabéis, prácticamente al mismo tiempo he podido disfrutar de un nuevo Mac en casa (comprándomelo) y un nuevo PC en el trabajo (formateándo el viejo). Esto me ha permitido comprobar una vez más y de primera mano las tremendas diferencias de concepto que hay entre los dos sistemas operativos.

    Aunque es fácil transferir la información de tu viejo Mac al nuevo, preferí iniciar el sistema del iMac 24′ desde cero, para dejar atrás cosas poco importantes que por diversos motivos acaba uno instalando en su ordenador. Un Mac lleva el Mac OS X preinstalado y eso te permite estar trabajando en 5 minutos desde que lo enciendes. Cuando compras un PC «de marca» o un portátil PC también viene con Windows preinstalado y se supone que también a los 5 minutos ya debes estar trabajando, si no fuera porque configurar tu red local Wi-Fi o cable puede ser terriblemente tortuoso bajo Windows, un sistema que prácticamente el primer mensaje que te da es «Su ordenador puede estar en peligro si no instala un antivirus».

    Reinstalar completamente Mac OS X en un Mac es una cuestión de unos 15 minutos. Reinstalar Windows en un PC es una cuestión de unos 25 minutos… y entonces empieza el baile para ver qué drivers no se han instalado y dónde demonios los puedo encontrar. A veces me ha tocado desmontar (otra vez) un PC para intentar atisbar el chipset de la tarjeta de red y ver si así puedo dar con los drivers. Esto de los drivers tiene su miga ya que no son pocos los productos de hardware que, en sus instrucciones de instalación, te dicen que Windows te dirá que sus drivers no están validados para funcionar perfectamente, pero que tú, aun así, le des a «Continuar». Tremendo.

    Una vez que todo está instalado y funcionando, ambas plataformas se conectan a Internet para buscar actualizaciones. Mac OS X instala de golpe todas las actualizaciones que te puedan faltar mientras que Windows puede pasar perfectamente 3 días instalando las cosas más inverosímiles. ¿Por qué no se instala todo de golpe? ¿Por qué, si tu Windows instalado es XP, te hace instalar 1000 actualizaciones de seguridad de IE6 y después ¡¡te instala IE7!!?

    Y lo mejor de todo, es que, cuando crees que todo ha acabado, cuando se han instalado todas las actualizaciones de seguridad para Windows XP posibles y existentes en este mundo… entonces… dice que va a instalarte el Service Pack 3, un paquete de actualizaciones que entre otras lleva ¡¡todas las que has estado instalando los últimos días!!

    Por algún extraño motivo, a Microsoft no le caen bien sus usuarios. Trataré de averiguar por qué y os lo cuento en un próximo artículo.

  • Un Mac en la oficina: epílogo

    Pues sí, amigos, llegamos al final de esta aclamada serie de artículos, no sin antes solucionar los dos asuntos que teníamos pendientes: la mensajería interna y el escaner de mi empresa.

    En mi empresa usamos como mensajería interna uno de los muchos programas que existen y que proporcionan una interfaz gráfica al comando NetSend de Windows. No es un mal sistema, ya que sale un pop-up tremendo que no se va hasta que no le das a aceptar. Sin embargo, los mensajes que cierras por error se pierden en la noche de los tiempos y por eso me he empeñado en implantar Yammer en mi empresa, una especie de Twitter para empresas del cual podéis leer más cosas aquí. Como dicha implantación me puede llevar años 🙁 me he centrado en asimilar lo que tenemos ahora y aunque he encontrado soluciones diversas, creo que aprovechando el uso de Parallels, voy a incorporar también el NetSend a la «zona Windows» de este proyecto, porque es lo más rápido y lo que menos quebraderos de cabeza me va a dar.

    Respecto al escaneado de documentos la cosa ha sido más sencilla. Nuestra fotocopiadora tiene un programa que controla los escaneos y los «envía» a los destinatarios. El programa servidor del servicio permite configurar separadamente las preferencias de los usuarios; en mi caso lo he configurado para que, en vez de enviármelo al programa cliente de Windows que no va a encontrar en mi Mac, me lo guarde en una carpeta compartida que pondría en el escritorio del Mac. Y si ya te quieres poner fino, en este artículo de TUAW explican cómo configurar un script para que te salte un pop-up cuando un archivo nuevo sea depositado en una carpeta. Toma ya.

    Aquellos que me siguen por twitter sabrán ya que no voy a poder aprovechar todo esto que he aprendido en esta serie de artículos, ya que por política de empresa, no voy a poder traer mi iMac a la oficina. No obstante espero que otros con más suerte puedan hacer uso de mis investigaciones y de los enlaces que he ofrecido y que poco a poco sean más los trabajadores que puedan ser un poco más felices en su trabajo por estar usando un Mac.

    Todas mis investigaciones también me han ayudado a aprender más sobre las necesidades informáticas de mi puesto de trabajo y satisfacerlas mucho mejor, aunque sea en un PC 😉

  • Un Mac en la oficina: Microsoft Office

    Después de las excelencias que se han escuchado sobre el Office 2008 para Mac, lo último que yo me podría imaginar es que iba a ser este programa precisamente el que mayores problemas me presentara en mi proyecto de usar un Mac en la oficina. El problema que se me presenta es debido a una particularidad en el uso de Office que tenemos en mi empresa, pero supongo que cada uno tendrá sus rarezas.

    Al igual que el 50% de mi trabajo es el uso del paquete de Sensei de gestión y contabilidad (por cierto, la mitad de los ordenadores de esta gente son Mac y resuelven todas estas historias usando algo llamado Citrix), un 30% es el uso de documentos de Word combinados con Excel, un 10% el uso de dichos archivos por separado y otro 10% el uso de Internet, correo electrónico, Evernote para GTD y alguna otra cosilla.

    Sabemos que Microsoft quitó del Office 2008 para Mac el soporte para VisualBasic, privándole no sólo de mucho potencial, sino también de mucha compatibilidad con plantillas y procesos complejos que algunas empresas definen para los documentos de Word y Excel. Yo pensé que esto no me afectaría a mí, pero me equivoqué de plano, porque resulta que por algún motivo Office para Mac no combina correctamente los documentos de Word y Excel, presentando problemas en aquellas celdas de Excel que contienen fórmulas: bien muestra los campos en blanco bien muestra extraños caracteres.

    He hecho 10 millones de pruebas y me he pateado arriba y abajo un montón de foros sin resultado satisfactorio. Sí he obtenido una clara conclusión: a fecha de hoy y cualquiera que sea la versión de la que hablemos, Office para Mac no es 100% compatible con Office para Windows en el entorno empresarial. Seguramente para un usuario particular o para profesionales y empresas concretos pueda valer, pero para mí (y para bastante gente) no vale.

    Sin embargo de todas estas pruebas y andanzas saqué un conocimiento valiosísimo, ya que Flavio de Puromac me aseguró que Windows bajo Parallels es transparente en cuanto a aplicaciones para Mac OS X, o sea, que estando en el Finder puedes coger cualquier archivo y decirle directamente que te lo abra con la aplicación fulanita que tienes instalada en el Windows de Parallels. Si a eso le unes el modo coherencia, que hace «desaparecer» el escritorio y otros elementos fijos de Windows, el resultado es que tienes las ventanas de Word y Excel para Windows flotando sobre tu Finder sin ningún problema como si fueran aplicaciones nativas, e interaccionando con el Finder como cualquier otra aplicación. Y lo de combinar correspondencia funciona a la perfección.

    La pregunta es ¿es ésto aceptable? En el primer capítulo de esta serie manifesté que el único uso de Windows debía ser esa aplicación que todos tenemos hecha a medida para la empresa y que todo lo demás debería funcionar nativamente sobre Mac. Algunos lectores que han seguido este asunto en los comentarios de artículos anteriores o por Twitter me han recomendado que instale Office 2003 para Windows sobre CrossOver. El problema es que algunos me han dicho que funciona muy bien y otros me han dicho que no funciona del todo bien. Y no tengo más tiempo para pruebas.

    El tiempo se me acaba, amigos. Mi actual PC del trabajo está hecho polvo y necesita con urgencia un cambio de disco duro, una tarea pesada a la que no pienso entregarme si no es imprescindible. Así que esta semana tengo que tomar la decisión definitiva.

    Dada la total transparencia de Windows en Paralells, cosa que no conocía y que me ha dejado sorprendidísimo, creo que voy ACEPTAR esta solución y a seguir adelante con mi proyecto. Si el día de mañana Microsoft saca un Office para Mac más acorde a mis necesidades o resulta que CrossOver funciona bien con Office 2003, pues mejor que mejor, pero al menos tengo un punto de partida interesante y 100% funcional (MUY funcional, creedme) aunque me suponga tener que «convivir» con un Windows dentro del Mac 🙁

    Aunque os pueda parecer que este artículo destila un poco de decepción, en realidad estoy muy contento e ilusionado, porque durante días he creído que había fracasado completamente y esta solución me ha dado de nuevo vida a un proyecto al que le queda sólo una fase. En mi siguiente artículo veremos cómo resuelvo el uso de dos aplicaciones menores: la mensajería interna vía Netsend y la recepción de documentos escaneados en la fotocopiadora de la empresa.

    Imagen sacada del flickr de Ethan Fortes

  • Un Mac en la oficina: aplicaciones de Windows

    Como ya quedó claro en el primer artículo, este proyecto mío no es nada utópico. Sé a ciencia cierta que no voy a poder trabajar en la oficina 100% Windows Free, porque todos en nuestro entorno de trabajo acabamos teniendo una o dos aplicaciones que sólo existen en versión para Windows.

    En mi caso se trata de los programas de contabilidad, facturación, cartera y gestión urbanística, es decir, la base de mi trabajo diario. Estos programas son de la empresa Sensei. La cosa tiene más guasa si piensas que el programa de gestión urbanística nos lo hicieron a medida y que yo rechacé la posibilidad de programarlo sobre plataforma web. Dado que los otros programas ya tienen una versión web, ahora no estaría escribiendo este artículo si no fuera por aquella magnífica decisión mía. ¡Qué listo soy! Además, los jefazos de Sensei son todos maqueros 😉

    En un principio pensé en usar Parallels, dado que tenemos una licencia y lo he usado con éxito ya en la empresa. Sin embargo un comentario de Manuel en el primer artículo de esta serie me hizo prestar mi atención a una aplicación de Microsoft llamada Remote Desktop Connection Client. Este programa, muy configurable, te permite conectarte a un servidor que tenga habilitadas las sesiones remotas, como el mío, con Windows 2000 Server.

    Resulta prodigioso su funcionamiento. Te conectas y al segundo aparece la ventana de inicio de sesión de Windows 2000 Server. Pones tu usuario y contraseña y ya tienes delante un escritorio Windows para trabajar. En el MacBook 1,83 Ghz de la empresa y bajo WiFi, las cuatro aplicaciones mencionadas A LA VEZ, funcionan perfectamente, con lo cual el rendimiento con mi iMac a través de cable de red debe ser tremendo.

    Yo en la oficina uso dos monitores; en uno tengo siempre estos programas y en el otro alterno el navegador de Internet, el Word y el Excel. He trabajado un rato con el MacBook y veo que tendré que habituarme a las combinaciones de teclas para saltar de una aplicación a otra y del escritorio remoto al del Mac. También tengo que pensar cómo combinar todo esto con Spaces y con usar dos monitores. Además, por lo que he visto, la gran capacidad de configuración que tiene esta aplicación de Microsoft me va a permitir trabajar de una manera incluso más cómoda que en la prueba que he hecho, la cual ya ha resultado muy satisfactora.

    Bueno, pues podemos decir que prueba superada y con creces. Y es éste un buen momento para recapacitar y para replantear el proyecto. Si todo va bien, el próximo jueves tendré mi nuevo iMac; eso significa que debo hablar ya con mi jefe para asegurarme su permiso para la operación y quizá el viernes 20 sería el dia para, por la tarde, venir a montar el iMac.

    Los puntos que me quedan por tratar son la compatibilidad de las versiones de Office (principalmente combinando documentos de Word y Excel), la manera de recibir archivos escaneados en la fotocopiadora y la mensajería interna.

    En estos momentos lo del Office es lo que más me preocupa, porque las pruebas realizadas no han sido muy alagüeñas. Ya veremos.

  • Un Mac en la oficina: las impresoras

    Esto de imprimir con Mac en una impresora de Windows es una de las cosas que más dolores de cabeza me ha dado. Cuando te inicias en este mundo del Mac en la oficina, todos los augurios sobre las impresoras son buenísimos. En este mismo blog hay comentarios de compañeros diciendo que a los dos minutos estaban imprimiendo tan campantes. En mi oficina, nos ha costado un año y medio, así que vamos a ver si de verdad hay tantos problemas o es que yo soy muy bruto.

    Tenemos una impresora HP Laserjet 1200 conectada a un servidor de impresión de HP. A Jobs gracias, dicho servidor soporta el protocolo Bonjour, por lo cual es cuestión de segundos tener la impresora configurada, con sus propios drivers, e imprimiendo bajo Mac OS X. El problema con esta impresora es que, por algún oscuro motivo, es terriblemente lenta en recibir e imprimir los trabajos enviados desde el Mac. Aun con ello, hemos estado un año y medio funcionando así y sin preocuparnos demasiado de lo demás, ya que las necesidades de impresión desde el MacBook son escasas.

    Sin embargo, yo soy de mucho imprimir: extractos contables, balances, circulares a más de 100 clientes… No puedo cargar todo ese trabajo a una Laserjet, no ya sólo por velocidad sino por pura economía de impresión. Tengo, sin más remedio, que configurar las dos fotocopiadoras que usamos como impresoras en red.

    En varias ocasiones he intentado configurar dichas fotocopiadoras. Se trata de dos modelos distintos aunque casi hermanos que la casa Ricoh fabrica bajo el nombre de Aficio. En todas partes he leído que cualquier impresora puede imprimir bajo Mac con el driver genérico, sin embargo, pese a que el MacBook ve las fotocopiadoras y las instala con el driver genérico, no consigo más que páginas blancas, y además  muchas.

    Luego resultó que ambos modelos de Aficio tienen drivers específicos para Mac. Busqué e instalé dichos drivers que sin duda con Mac OS X 10.1 debieron funcionar cojonudamente, aunque ahora no me dan más que páginas blancas (muchas). Probé a instalarlas con el driver genérico o con su propio driver, directamente desde el Mac o como compartidas desde un PC ¿y qué obtuve? Sí, páginas blancas (bastantes).

    Estaba a punto de desistir cuando los foros de Apple, esa bendición del Señor, me dieron la solución, en concreto este artículo, el cual he mandado tatuarme en la espalda. Cuando te hablan del driver genérico, tu coges el que la utilidad de configuración de impresoras te ofrece como driver genérico ¿Y es eso correcto?

    AddPrinter

    Resulta que tienes que buscar otro driver que es de verdad el genérico para este tipo de cosas:

    AddPrinter

    Ahora saldréis todos los que sabéis un montón de impresión y de PostScript a tirarme de las orejas y decirme que cómo puedo ser tan burro de intentar mezclar peras con sandías, pero a mí me ha parecido que es un error muy común que mucha gente puede cometer. O también que soy muy burro, cosa que estoy dispuesto a admitir.

    No poder imprimir con el driver propio de la impresora puede ser un dolor de cabeza para mucha gente, ya que no puedes elegir bandeja ni otras cosas. A mí en concreto eso me da igual y mi único problema hubiera sido la impresión a doble cara, la cual afortunadamente está soportada por el bendito driver Generic PCL Laser Printer de una manera que mis fotocopiadoras aceptan de buen grado.

    Bueno, pues ya puedo imprimir. Esto está cada vez más cerca 🙂

  • Un Mac en la oficina: Spotlight sobre unidades Windows

    Fuertemente influenciado por la maravilla de la tecnología que es Spotlight, hace tiempo que busqué para el PC de la oficina, un programa de prestaciones similares que me permitiera usarlo como lanzador de aplicaciones y documentos. Y a fé que lo encontré y se llama Launchy. Os podría hablar maravillas de este programa y de su funcionamiento bajo Windows, pero os podría hablar mejor todavía si no llevara un año y medio usando la versión 1.0 sin darme cuenta de que ya van por la 2.1.2 y que si antes era bueno, ahora es la pera limonera.

    En mi trabajo yo uso siempre los mismos programas y los mismos archivos de Excel y Word. Por ejemplo, tengo archivos del tipo «EMPRESA General.xls» o también «EMPRESA Certificado combinado.doc», donde EMPRESA es el nombre de cada empresa que gestiono. Sé que es una forma de trabajar muy concreta pero eso hace que Launchy sea para mí un WIN absoluto en productividad.

    Dado que busqué Launchy inspirado por Spotlight ¿qué mejor que el original? Pues no está tan claro; parece que Leopard tiene ciertos problemas para indexar las unidades en red de Windows y, desde la última versión 10.5.6, tiene problemas en general para indexar las unidades de red, aunque sean de Mac OS X.

    Tras mucho buscar por ahí, encontré las siguientes instrucciones de Terminal para conseguir indexar los volumenes de Windows montados en el Mac. Ojo y haced esto bajo vuestra responsabilidad porque yo de Terminal no tengo ni idea: para empezar abrimos Terminal e introducimos la maravillosa instrucción «sudo bash» que no tengo ni idea de lo que hace, pero debe ser gordo, ya que te pide la contraseña de administrador. Una vez hecho esto, con pulso firme, escribimos «mdutil /Volumes/nombre -i on». Con esto se supone que hemos comenzado la indexación por parte de Spotlight de dicho volumen de red que tengamos montado en nuestro escritorio.

    Sin embargo esto no parece andar muy fino; lo hice varias veces sin que, al parecer, Spotlight indexara nada. Sin embargo, al rato parece que sí ha indexado /Volumes/nombre y no sólo ese directorio, sino todos los que están en el mismo servidor, ya que conforme los voy montando, voy pudiendo acceder a ellos Sin embargo los archivos de dichos directorios de red sólo están accesibles a través de la ventana de Spotlight (cmd+alt+sp) y no del menú (cmd+sp), por lo cual el uso como lanzador de documentos se ve muy reducido.

    Esto me hace dudar de que realmente Spotlight haya indexado nada, tal y como se supone que tiene que hacerlo; creo que simplemente busca en las unidades de red a través de la ventana pero que a través del menú no encuentra nada porque no las tiene indexadas, por mucho Terminal que haga.

    He probado muchas cosas y sólo he llegado hasta aquí. Todas las consultas al respecto que aparecen en los foros de Apple aparecen como «no resueltas». Según comentan en uno de esos hilos, Apple ha reconocido el problema y ha prometido solucionarlo en la 10.5.7.

    Por probar otras cosas, Google Quick Search Box tampoco busca en las unidades de red y Quicksilver no lo sé porque no lo tengo instalado y en el momento de redactar este artículo la web se encuentra caída.

    Pregunta ¿puedo vivir sin esto? Pues digo yo que sí, y máxime con la esperanza de que Apple lo resuelva pronto o que alguno de vosotros me demuestre que no he hecho las cosas correctamente. De momento seguimos con el proyecto y califico esto de una incidencia menor. Vamos a ver si puedo imprimir.