No era mi intención copar los dos primeros artículos de esta nueva sección ni mucho menos, pero qué le vamos a hacer 😉
Esta mañana, como saben los que me siguen por twitter, coseché un nuevo fracaso, al rechazar un iPhone 32Gb negro que tenía en mis manos porque en la tienda me obligaban a hacer un seguro de 52 €. Me dio rabia la imposición y sobre todo las maneras, máxime cuando si me lo hubieran ofrecido como opción sin duda lo habría contratado, ya que soy muy propenso y partidario de estos pequeños seguros que protegen las grandes inversiones tecnológicas. La tienda en cuestión, es la gran tienda de Telefónica en Murcia, sita en plaza Condestable.
De nuevo un rápido sondeo por las tiendas del centro dio como resultado «0 iPhones availables» con lo cual volví a asumir que tendría que esperar unos días.
Sin embargo, después de comer, tuve un pálpito y pensé que quizá no había buscado suficiente y que en vez de buscar grandes tiendas del centro, debía buscar en pequeñas tiendas más periféricas o incluso en pedanías. Tras un par de llamadas, la tercera dio en el blanco: en la tienda de Telefónica del Centro Comercial Thader tenían uno blanco de 32Gb. «Tardo 10 minutos, guárdamelo que me partes el corazón», le dije a la chica que me atendió por teléfono. Llegué en 5 minutos.
En dicha tienda, fui atendido con extrema amabilidad, profesionalidad y competencia por una atractiva joven de nombre Lorena. Me tenía el iPhone guardado y rápidamente me lo puso encima del mostrador.
Me explicó en un periquete las pocas cosas que yo no sabía y me gastó varias bromas sobre el secretismo de Apple y sobre mi ansiedad iphonera, la más tremenda de las cuales se queda entre ella y yo 😀 . Como soy un cliente nuevo de Movistar, necesitaba saber de manera fehaciente mi número de cuenta; es evidente que yo no llevaba encima un certificado de mi banco así que le propuse que me dejara entrar en mi servicio de banca online para imprimir desde allí un justificante de mi número de cuenta con un listado de los titulares. ¿Qué me dijo? ¿Que no? ¿Que nada de eso? ¿Que era imprescindible que llevara el certificado o «la cartilla»? No, me dijo que perfecto y me puso el ordenador a mi disposición. ¡Sorpresa! una comercial que vive en el mismo siglo que el resto de la socidad 🙂 . Concluido el tedioso proceso de activación me explicó que los servicios se me irían activando durante la tarde y que aunque el sistema no le había dejado darme de alta la tarifa de 15 € para Internet, me llamaría en cuanto lo consiguiera.
Me dijo que recibieron 3 iPhones de 32Gb el sábado y que esperaban más para el martes a partir de mediodía. Durante la tarde fui viendo cómo aparecía el 3G en mi nuevo iPhone y cómo recibía SMSs avisando de la activación del buzón visual y de la tarifa plana.
Gracias a la competencia de Lorena pude vivir una micro-experiencia de compra » al estilo Apple» bastante satisfactoria sólo empañada por un proceso de venta, alta y activación que es insufrible y complejo incluso para quien lo domina a la perfección, como esta chica. Y además contraté el seguro, el mismo que me obligaban a contratar en la otra tienda, aunque eso es una historia más larga que contaré otro día.
¿Os acordáis del iPhone original? Lo comprabas en la tienda y desde casa lo activabas y firmabas el contrato o iniciabas la portabilidad, todo tú solito desde casa. A Movistar se le apareció el Señor el día que Apple decidió cambiar a un sistema tradicional pasando de aquel sistema, porque no imagino cómo habrían sido capaces de implementarlo.
La foto se ve borrosa porque fue tomada con mi iPhone EDGE y el pobre no tiene autofocus 😉
Actualización Mis dos tweets favoritos de todos aquellos que han seguido la compra en directo por twitter: uno y dos.