El feed es la seña de identidad de un podcast. Es el archivo donde está contenida no solo la relación de episodios sino la definición plena del podcast. Reconociendo el feed como un concepto quizá algo complejo, son muchas las plataformas de podcasting que tratan de hacer un by-pass sobre el feed y no «complicar» al podcaster con su entendimiento y manejo. Sin embargo si optamos por estas opciones fáciles y cómodas estamos cometiendo un terrible error.

Hoy en día existen varias plataformas de podcasting rápido, que proponen vías alternativas para la difusión del contenido, tales como apps propias, redes sociales, widgets html y otros. Sin embargo, para que un podcast crezca tiene que llegar al mayor número de usuarios posible y ello sólo se puede conseguir si tenemos un feed, y si además tenemos el control del mismo.

¿Y qué es mantener el control del feed? Tal cual si habláramos de los niveles de conducción autónoma (algo muy de moda en estos días), existen varios niveles, digamos CUATRO:

1. PRIMER NIVEL: Conozco el feed, mi plataforma de podcasting me lo facilita y yo me encargo de su distribución a Apple Podcasts y a otras plataformas de difusión de podcasts. Un ejemplo de esto sería el feed que nos da iVoox.
2. SEGUNDO NIVEL: incluye el primer nivel y además cierta capacidad de personalización, pudiendo determinar las categorías específicas de Apple Podcasts y/o Google Play, así como algún otro parámetro. El feed de SoundCloud es un feed de segundo nivel.
3. TERCER NIVEL: incluye los otros dos; es un feed que nos ofrece nuestra plataforma de podcasting pero en el que tenemos control pleno de todos los parámetros del feed, incluido específicamente un campo de redirección del feed para llegado el caso poder migrar a otra plataforma. Spreaker es un ejemplo de tercer nivel.
4. CUARTO NIVEL: es el control TOTAL, cuando hacemos nuestro feed a mano con un editor de texto o código (partiendo de una plantilla como la que ofrece Apple), o usando alguna aplicación como por ejemplo Feeder 3 para Mac. Hospedamos el feed en nuestro hosting sin depender de ninguna plataforma, ni siquiera un WordPress hospedado por nosotros mismos.

Durante mucho tiempo yo he optado por un CUARTO NIVEL usando la citada aplicación Feeder 3, pero desde hace un año aproximadamente descendí al TERCER NIVEL, toda vez que Spreaker lo ofrece y es la plataforma de podcasting donde hospedo los podcasts de mi red. Hay muchas cosas que echo de menos del cuarto nivel, como por ejemplo que los títulos de cada episodio enlacen al artículo en emilcar.fm del episodio en lugar de a la página de Spreaker del episodio. Otra diferencia es que Spreaker de momento no permite HTML en las notas del episodio, lo cual dificulta muchísimo la incorporación de enlaces, siendo esta  una característica que espero incorporen en 2018.

Aunque lo que he perdido con el cambio de nivel es importante, el automatismo de poder publicar directamente en Spreaker cualquier episodio de cualquiera de mis podcasts (incluso en movilidad) y que llegue inmediatamente a todos los oyentes supone una ventaja indudable a la que no quiero renunciar. Por no hablar del ahorro en tiempo que suponer no tener que gestionar a mano el feed de 20 podcasts.

Aun así, no es el feed de Spreaker el que divulgo, sino una redirección a través de FeedPress. Aunque la necesidad de redirección puntual queda cubierta por Spreaker, FeedPress me ofrece una capa adicional de estadísticas y me comunica el número de suscriptores, una cifra que si bien no es un dato tan significativo como lo fuera en otros tiempos, es algo interesante de manejar, aunque sólo sea para romperte la cabeza comparando el número de suscriptores con el de descargas reales 😉

¿Y por qué desde el principio? A nadie escapa que Apple Podcasts es hoy por hoy el principal portal de podcasts, no sólo por los usuarios de iOS y macOS que lo usan para descargar sus podcasts favoritos sino porque todas, repito, TODAS las aplicaciones para escuchar podcasts del MUNDO, las de iOS y las de Android, beben de su catálogo para ofrecerlo a sus usuarios. Desde iTunes Connect tenemos la posibilidad de cambiar el feed de nuestro podcast, algo que los más viejos del lugar jamás pensamos que veríamos, pero ese cambio no es tan profundo como nos gustaría, dado que sólo afecta a los nuevos suscriptores, dejando a los suscriptores existentes anclados al antiguo feed.

Por eso es tan importante tener un control de NIVEL TRES como mínimo, para asegurarnos de que si cambiamos de plataforma nuestros oyentes vendrán con nosotros. Y por eso es tan importante tenerlo desde el principio, porque si damos a Apple Podcasts un feed no controlado por nosotros, vamos a perder el control sobre muchos suscriptores.

La aplicación de edición de podcasts Hindenburg ha sido sin duda el gran descubrimiento de 2017 en lo que respecta a mi proceso de edición de podcasts. Era una aplicación ya conocida por mí y sus virtudes eran manifiestas, pero cuando uno tiene un flujo de trabajo consolidado le cuesta mucho variarlo, pese a que reciba promesas de sustanciales mejoras.

En este caso la oferta de Hindenburg Journalist por menos de 2$ en el día internacional de la radio, el pasado mes de febrero, fue fundamental para darle una oportunidad a la aplicación.  Y resulta absurdo, porque Hindenburg dispone de una demo completamente funcional por 30 días, más que suficientes para probar sus virtudes. Estoy seguro de que si hubiera probado la app en algún momento, hubiera pagado sin problemas los 85€ que cuesta esta versión básica.

Tras 8 meses usando Hindenburg Journalist esta semana he decidido subir a la versión Pro. El coste de actualizar asciende a 305€ IVA incluido del 25% que es el que opera en Dinamarca. Al contrario que en otras tiendas online, en la de Hindenburg no encontré un formulario para indicar mi número de IVA y por tanto no tener que desembolsar dicho impuesto, así que me puse en contacto con el servicio de soporte y fueron tan amables de hacerme un pedido manual, por lo que puede hacer un desembolso únicamente de 244 €.

Existen varias diferencias entre Hindenburg Journalist y Hindenburg Journalist Pro. Lo que ha motivado mi actualización es la grabación multipista. Amadeus Pro ha resultado que ser bastante poco confiable en ese aspecto y aunque GarageBand realiza grabación multipista ¡y es gratis con cada Mac! he preferido optar por una solución de grabación donde luego voy a hacer todo el proceso de edición.

El Voice Profiler PRO es otra de las funciones más interesantes. La versión básica incluye un perfil que optimiza las pistas vocales. Con la versión PRO podemos tomar una muestra partiendo de una pista que nos resulte perfecta, para aplicar esa misma ecualización a futuras grabaciones y presentar así siempre un mismo y homogéneo sonido de nuestra propia voz.

Esta versión PRO también incluye un filtro de ruido muy efectivo, que no sólo reduce los ruidos blancos de fondo sino también aquellos producidos esporádicamente por la voz humana.

Aunque quizá la función más espectacular (y a la vez menos necesaria para mí) sea el Call Recorder, una aplicación que integra Skype dentro de Hindenburg de manera que podemos realizar llamadas desde dentro de la propia aplicación y, por supuesto, grabarlas. Para grabar entrevistas yo uso Zencastr pero sin duda no está de más tener otras poderosas herramientas en nuestro arsenal de podcasting.

Volviendo a la grabación multipista una diferencia fundamental con Amadeus Pro y GarageBand es que puedes elegir cualquier fuente de sonido que tengamos conectada al Mac. Eso significa que no sólo puedo grabar desde cualquiera de las 18 tomas de entrada de Focusrite Scarlett 18i8, sino que además puedo, simultáneamente, asignar a una pista el micrófono de una webcam o el micrófono integrado del Mac o incluso fuentes de software como SoundFlower.

La satisfacción que me está dando Hindenburg me enseña sobre todo a no cerrarme en mis actuales flujos de trabajo en podcasting y a estar dispuesto a experimentar más y observar otras alternativas.

Si quieres probar Hindenburg Journalist Pro durante 90 días en lugar de los 30 habituales, puedes solicitarlo haciendo click aquí.

Ha sido la segunda vez que nos ha pasado, pero esta vez estábamos prevenidos. El escenario es el siguiente: una Focusrite Scarlett 18i8 con 4 micrófonos conectados por XLR lista para grabar un nuevo episodio de Están locos estos romanos en multipista usando Amadeus Pro en un MacBook 2016. En la configuración de la aplicación, lo mismo que hemos usado siempre y ha funcionado, la última vez ayer mismo para grabar en las mismas condiciones un episodio de Lactando.

Tras dos horas de grabación le damos al stop y comprobamos que, al igual que ya nos pasara hace dos meses, las pistas 1 y 2 se han grabado perfectamente pero las pistas 3 y 4 están completamente en blanco. Durante el proceso de grabación no hubo nada que nos indicara tal desastre, sobre todo porque hasta donde sabemos, Amadeus Pro sólo es capaz de monitorizar 2 canales. Afortunadamente los daños han sido pocos, porque a la salida de monitor de la Focusrite Scarlett 18i8 desde aquella infausta noche de hace dos meses conectamos una grabadora Zoom h4n que ha registrado perfectamente las dos horas de podcast, eso sí, en una sola pista.

El problema de editar Están locos estos romanos con una sola pista es que tenemos tonos de voz muy dispares y, sobre todo, uno de nosotros tiene una apabullante presencia sonora que contrasta mucho con los demás. Entonces me he acordado de Levelator, un programa que puede ser muy útil en algunos casos pero que nunca me gustó usar porque usa medidas muy forzadas para equilibrar el sonido dentro de una misma pista. La verdad es que en este caso el resultado ha sido excelente en la mayoría de las dos horas de grabación, con la salvedad eso sí de cuando todos juntos hacemos el saludo final, donde la contención de volumen realizada por Levelator se escucha muy artificial.

Queda ahora repasar bien el manual de Amadeus Pro para ver si realmente es imposible monitorizar cuatro pistas. En caso de que fuera así y dada la poca confiabilidad del sistema, reportaremos el incidente a los programadores y optaremos por grabar en multipista con GarageBand (miedito) o pagar el upgrade a Hindenburg Pro.