Autor: Emilio Cano

  • Mail y sólo Mail: introducción

    Captura de Mail en OSX

    Hace ya algunos meses Fran Moreno, secretario del GUM Murcia, me comentó que él usaba únicamente Mail como aplicación de correo, tanto en OS X como en iOS, y que abominaba de Gmail y otros interfaces que a su buen entender dificultaban más que facilitaban la gestión del correo electrónico.

    Aquellas palabras suyas hicieron mucha mella en mí y todavía más en Twitter, donde fueron varios los que le preguntaron por «su sistema». Fran ofreció una ponencia para el GUM Murcia que lamentablemente me perdí, pero ya había hablado con él lo suficiente como para saber en qué dirección avanzar.

    Fran no está sólo. En Internet podemos encontrar innumerables artículos que cantan las excelencias de Mail como aplicación de correo, artículos que por regla general no son entendidos por el 90% de los que los leemos porque no responden correctamente a una pregunta: ¿cómo configuro esto para que vaya bien con mis cuentas de Gmail?

    Si os paráis a pensarlo un segundo esa pregunta es del todo errónea. Y para ver lo cierto de mi afirmación vamos a remontarnos años atrás (o semanas atrás) cuando comprasteis vuestro primer Mac. Todo era nuevo, todo era distinto y había un montón de preceptos y dogmas de la fe maquera que estaban ahí, esperando a que los adoptáramos.

    Casi sin pestañear, abandonamos nuestras carpetas de MP3 por el orden de iTunes. ¿Recordáis? Las teníamos ordenadas por nombre del disco (como mucho) y los archivos MP3 se llamaban track1, track2, track3, Where the streets have no name, track 5, track 6… todo un caos que rápidamente solucionamos abrazando iTunes.

    ¿Y las fotos? Eso era casi peor. La carpeta «Mis imágenes» contenía un número ilimitado de carpetas con los más inverosímiles nombres, así como una o dos carpetas de «Varios» y decenas de fotos sueltas. Imposible encontrar nada nunca. Nos llevó un par de días entender la mecánica de iPhoto, pero al final la hicimos nuestra.

    Estas dos áreas, las fotos y la música, tienen algo en común, y es que antes del sistema que propone Apple no había nada, sólo carpetas, sólo el clásico sistema de archivos de toda la vida, el caos. Sin embargo, cuando abrimos por primera vez Mail teníamos en la cabeza varios sistemas de gestión de correo: Outlook Express, Terra, Hotmail, Yahoo, Gmail… con un claro ganador en mi cabeza, en mi caso Gmail. De esta manera, cuando nos acercamos a Mail no lo hicimos como cuando nos acercamos a iTunes o iPhoto, buscando una solución, sino que lo hicimos buscando la manera de adaptar la aplicación a la filosofía de un servicio de correo determinado.

    Error.

    Mail no es sólo una aplicación de correo, sino que es toda una filosofía sobre cómo manejarlo, y además toda una serie de herramientas para que podamos modificar esa filosofía y adaptarla a cualquiera de nuestras necesidades.

    El principal punto fuerte de Mail es su capacidad para automatizar muchos procesos, a base de buzones inteligentes, reglas y marcas de colores. Mientras otros sistemas se basan en el almacenamiento indefinido de todos los mensajes, Mail nos invita a ser mucho más expeditivos y no formar un intrincado sistema de carpetas manuales destinadas a nunca más ser consultadas.

    El principal problema de Mail es que a fecha de hoy es una aplicación incoherente entre versiones, no se comporta igual en OS X que en iOS e incluso la gestión de la cuenta de correo de iCloud vía web presenta sus particularidades.

    En próximos artículos voy a profundizar en cómo adoptar Mail como única aplicación de correo electrónico, pero antes me parecía necesario escribir este artículo para conseguir que os acerquéis a la aplicación sin prejuicios, con la mente en blanco y dispuestos a aceptar nuevos preceptos.

  • Forklift en el número 16 de MacToday

    Icono de Forklift

    La sincronización de carpetas, uno de los grandes mantra de la gestión de archivos, está disponible en Forklift con una inmejorable presentación. Por supuesto que todos queremos que todo se haga automáticamente y de forma totalmente transparente al usuario, pero no hay que negar que la propuesta de Forklift al respecto es más que interesante. El procedimiento es algo tan simple como abrir en ambos paneles de la aplicación las dos carpetas que queremos sincronizar y pulsar el botón de sincronizar de nuestra personalizada barra de herramientas o la opción equivalente en el menú File. Hay que tener en cuenta que la carpeta que esté seleccionada actuará como referencia respecto a la otra en esta primera sincronización.

    Opciones de sincronización de carpetas en Forklift

    A continuación se nos muestra una ventana con las opciones de sincronización y debajo una previsualización de cómo afectarán dichas opciones a nuestras carpetas, mostrando qué archivos serán copiados, actualizados o eliminados. Forklift nos permite además guardar todo esto como un synclet, una suerte de aplicación que nos permitirá poner en marcha la sincronización entre ambas carpetas aunque no estemos en ese momento ejecutando Forklift. Esto abre unas posibilidades inmensas para automatizar la sincronización, ya que podemos definir reglas con Hazel u otro software similar para que esa aplicación se ejecute automáticamente dadas unas condiciones determinadas; una solución sin duda más perfecta que depender de la ejecución o no de Forklift para que se produzca la sincronización.

    Puedes leer el resto de este artículo y otros muchos más en el número 16 de la revista MacToday para iOS.

  • 25 € en iTunes – Febrero 2013

    Aunque seguro que no necesitas ayuda, aquí van unos cuantos consejos para gastar 25 € en música, películas, libros y apps.

    Hotel Transylvania iTunes poster

    Hotel Transilvania (Hotel Transylvania)
    9,99 € SD (12,99 € HD)

    Había escuchado muchos comentarios buenos sobre esta película pero no ha sido hasta hace poco que he visto el trailer en el Apple TV y realmente tiene una pinta estupenda. De reciente estreno en la iTunes Store, también está disponible en alquiler. Isabel es un poco pequeña todavía para este tipo de películas, pero estoy seguro de que a mi sobrino de 7 años le va a encantar.

    Messiah cover

    Handel: Messiah, HWV 56 – The Sixteen Orchestra & Harry Christophers
    8,99 €

    No esperéis de mí que os recomiende lo último de Rhianna, pero si de verdad queréis tener una versión de referencia del gran oratorio de Händel, no os podéis perder esta grabación y más ahora a un precio estupendo.

    El emblema del traidor portada

    El Emblema del Traidor – Juan Gómez-Jurado
    1,49 €

    No por sobradamente conocido hay que dejar de recomendar este estupendo libro. Lo he leído recientemente y me ha tenido enganchado de la primera a la última página. Me ha gustado especialmente la detallada descripción que hace de la Alemania de entreguerras y cómo esa desastrosa situación socio-económica supuso un estupendo caldo de cultivo para el auge del nazismo.

    Noteshelf

    Noteshelf – Ramki
    5,49 €

    Una de las apps por excelencia para tomar notas en el iPad. Puedes dividir tus notas en diversos cuadernos y aplicar estilos distintos a cada hoja, con poderosas herramientas de zoom y control de apoyo de la mano para poder escribir cómodamente. La tengo desde hace tiempo y ha sido una de las mejores compras que he hecho en la App Store.

  • Sincroniza tus libros en Calibre con tu Kindle y con iOS

    Mi Kindle

    En esta fiebre Kindle que me invade, hablaba la semana pasada de cómo sincronizar Calibre con iTunes, para poder gestionar desde un sólo programa toda la biblioteca de libros electrónicos, tanto para Kindles como para dispositivos iOS. Sin embargo existe otro método que nos permitirá leer nuestros libros en un Kindle y luego continuar por el mismo punto en un dispositivo iOS.

    Para hacer esto tendremos que obviar la aplicación iBooks de Apple e instalar la aplicación de Kindle para iOS. Una vez instalada y configurada con nuestra cuenta de Amazon, estaremos listos para el siguiente paso, que es Whispersync, el servicio de sincronización para Kindle de Amazon.

    Este servicio hace lo mismo que hace iCloud para iBooks, es decir, sincronizar notas, subrayados y puntos de lectura. Debemos activar esta opción desde el apartado de gestión de Kindle de nuestra cuenta en Amazon, y ahí mismo podremos ver que nuestras apps de iOS se han registrado con éxito. Hecho esto, cualquier libro que compremos directamente a Amazon gozará de esta sincronización entre dispositivos. Pero ¿y los libros comprados en otro sitio que queremos leer en nuestro Kindle?

    Configuración de email Kindle en Amazon

    Sin abandonar la web de Amazon, en el apartado de configuración de documentos personales, podremos ver la cuenta de correo electrónico Kindle que se nos ha asignado (y las secundarias de las apps iOS) y asimismo autorizar a nuestra cuenta de email personal para enviar archivos a esta cuenta. Una vez hecho esto, si desde nuestra cuenta de email personal enviamos un email con un archivo compatible, este aparecerá en nuestro Kindle. Podéis probar con un PDF, por ejemplo, o con un archivo DOC o MOBI. También podéis leer aquí toda la documentación al respecto.

    Es el momento de meter a Calibre en el juego. Una de las ventajas de Calibre es que a la hora de pasar un libro a un dispositivo automáticamente lo convierte a un formato compatible con dicho dispositivo. Para beneficiarnos de esta conversión en el aire, vamos a configurar Calibre para que pueda enviar emails a nuestra cuenta de correo de Amazon, de manera que los libros vayan a nuestro Kindle y a nuestra app Kindle para iOS.

    Pantalla de configuración de email de Calibre

    Para ello nos vamos al menú Preferencias bajo el cual hay otro menú Preferencias (Nokia style!) tras lo cual seleccionamos Compartir libros por correo electrónico. Esto nos lleva a una pantalla donde le vamos a decir cual es nuestra dirección de destino (la del Kindle) y la autorizada previamente para enviar emails a dicha dirección (en mi caso la de Gmail). Como veis hay un botón para autoconfigurar cuentas de Gmail y otro para cuentas de Hotmail (WTF?).

    Calibre enviado por email al Kindle

    Una vez hecho todo esto ya podemos enviar cualquier libro por email a nuestro Kindle. ¿Cómo? ¿Desde el botón derecho con el menú Enviar al dispositivo? ¡Por supuesto que no! Desde el menú Conectar/Compartir, algo mucho más lógico. Al final se le acaba cogiendo cariño a Calibre. En el caso del libro que aparece en la captura, en mi biblioteca de Calibre sólo estaba en versión EPUB, así que el envío por email se ha demorado un poco ya que Calibre automáticamente ha procedido primero a convertirlo a formato MOBI.

    Y así funciona. A partir de ese momento, cuando paséis de un dispositivo a otro, sólo os resta pedirle que actualice hasta la posición más avanzada, algo que puede tener un doble filo, tal como cuenta @Patuflinx en su micropodcast. Por su parte, @maeltj también ha grabado acerca de cómo hace él todo esto.

  • Zendone sale de la fase beta y presenta su plan Premium

    Después de toda la reciente polémica con Instagram, a todos nos ha quedado claro algo que ya tendríamos que tener asumido desde hace tiempo: cuando no pagas por el producto, tú eres el producto. En este sentido, como usuario de Zendone en el trabajo, ha sido para mí un completo alivio ver a la aplicación salir de la fase beta y presentar su plan Premium. Dado lo sensible de mi trabajo, me perdonaréis que no use capturas propias en este artículo. Y ahora vamos con las explicaciones sobre esta app.

    Configuración de Zendone

    Zendone es una aplicación web para GTD que basa su fortaleza en usar tu cuenta de Evernote como archivo para las tareas, de manera que uno de los principales miedos, perder el control de tu información queda descartado… o transferido a otro agente más confiable 😉 Así, mientras que en una libreta de Evernote tendremos notas con un título y algunas etiquetas, la aplicación web traduce todo eso con un interfaz cuidado y práctico de manera que tenemos ante nosotros una aplicación GTD completa. Si mañana decido dejar de usar Zendone, tan sólo tendré que buscar en mi Evernote las notas con un par de etiquetas y convertirlas en las tareas vivas de la nueva aplicación. Sin despeinarme. Aparte, te permiten descargar tus datos en un archivo XML y también puedes activar la sincronización con Google Calendar para las tareas con vencimiento. Más abierto no puede ser.

    Su vinculación con Evernote no sólo nos proporciona tranquilidad sobre la ubicación de nuestros datos sino que además nos permite, mediante el envío de un email a nuestra dirección de correo de Evernote, añadir nuevas tareas a nuestro inbox de manera sencilla, cosa imprescindible en mi caso, ya que el 90% de mis tareas provienen del correo electrónico. He estado usando varios plugins y complementos de GTD para Gmail de manera que gestionaba mis tareas desde el propio correo electrónico lo cual, digan lo que digan los de Mailbox, es una mala idea. Zendone fue un completo alivio en ese sentido, ya que es una app íntimamente ligada a mi correo electrónico a través de su vínculo con Evernote, pero NO es mi correo electrónico.

    Pantalla Do de Zendone

    La pantalla de la aplicación no deja lugar a dudas. Arriba nos presenta un icono de post-it amarillo para añadir notas a nuestro inbox y un cuadro de quickadd para cuando tenemos las cosas más claras y podemos añadir la tarea directamente. Este cuadro es muy poderoso ya que en él podremos además añadir la tarea a proyectos, contextos y personas de nueva creación, no sólo los existentes.

    Existen tres tipos de tareas en Zendone: las que tienen una fecha de vencimiento, las que hay que hacer tan pronto como sea posible y las que tienen focus. Así, tras los cuadros de entrada mencionados, la aplicación se divide en tres pestañas. La primera es do, hacer, y en ella veremos las tareas vencidas, las que vencen en el día y aquellas con focus (asterisco negro). En dicha pantalla (y en todas) podremos filtrar por texto, por contexto, por focus o por vencimiento. A la izquierda podremos asimismo filtrar por áreas de responsabilidad.

    Pantalla Review de Zendone

    En la siguiente pestaña review&organize podremos repasar todas las tareas y proyectos que tenemos pendientes, así como su reasignación a cotextos y fechas de vencimientos. El principal punto débil de la app viene aquí, ya que desde mi punto de vista todo el interfaz está muy centrado en la tarea y poco en el proyecto; de hecho, un proyecto sólo puedes cambiarlo de área de responsabilidad o borrarlo una vez concluido, no puedes ponerlo en espera ni marcarlo como completado.

    Pantalla Inbox de Zendone

    La tercera pestaña es el inbox donde se acumulan las tareas que introducimos a través de post-it amarillo y las que enviamos a nuestra dirección de email de Evernote. La app es aquí tirana, ya que nos obliga a procesar las tareas por orden de entrada, pero la interfaz es completa y podemos asignarle todos los parámetros necesarios e incluso decidir que no es algo «actuable» y directamente mandarla a nuestro archivo en Evernote.

    Por si cabe alguna duda, en la web de Zendone hay un esquema del flujo de trabajo GTD aplicado a Zendone. No lo reproduzco aquí porque me avergonzaría cercenar un gráfico tan hermoso, sencillo y bien presentado.

    Zendone para iPhone

    Ahora, para rematar la faena, Zendone tiene una app gratuita para iPhone, donde respetan y adaptan con increíble éxito el diseño y casi la totalidad de la funcionalidad de la aplicación web. Por suerte o por desgracia, una versión para Android está en camino. La aplicación web funciona en Chrome, Firefox y Safari (muerte a IE).

    La versión gratuita tiene limitada la conexión a Evernote y a Google Calendar a 30 notas/eventos al mes, más o menos la cifra que yo manejo en diez días. Por tanto, cuando acabe mis 30 días de prueba de la versión premium, que ha empezado hoy como a todos los que ya éramos usuarios de la beta, me tocará pasar por caja, lo cual supone 50$ al año o 5$ al mes. Esto viene a ser el doble de lo que cuesta ActiveInbox, el plugin de Gmail que usaba hasta ahora, pero la verdad es que creo que no hay color y que merece la pena para mí el incremento de coste.

    Para mí, Zendone es una gran app sin la cual no podría sobrevivir en mi trabajo. Pero no tienes que creerme, sólo entra a su web y pruébala.

  • Movistar: ¿algo está cambiando?

    Logotipo de Movistar

    Desde hace más o menos un mes he vuelto a ser cliente de Movistar. En mi nueva casa no existe cobertura de ningún otro operador, así que me he visto obligado a contratar con ellos telefonía fija e Internet por fibra óptica a velocidad de 100 MB de bajada y 10 MB de subida.

    Contratar con Movistar no es algo que me haya hecho especialmente feliz; tengo contra ellos los mismos prejuicios que cualquier español, aumentados por una injusta y rastrera persecución que han hecho contra la persona de mi suegro, como expliqué en un Emilcar Daily.

    El principio de la relación no pudo ser mejor. Solicité el alta en una tienda un jueves y el lunes siguiente por la tarde lo tenía todo instalado y además pulcramente, para lo que viene siendo hoy en día una instalación de fibra. Como podéis suponer, el caballo de batalla de todo este asunto iba a ser el router. Me instalaron un Teldat i1104W, un router muy similar a la Enterprise de Star Trek, con un desempeño Wi-Fi lamentable. Le desactivé la red Wi-Fi y puse mi Airport Extreme en modo bridge para dar red inalámbrica a mis dispositivos, y a priori no parecía funcionar mal.

    Sin embargo, cuando pude dedicarle un poco más de tiempo me di cuenta de que el acceso a mi NAS desde el exterior era inconstante y que incluso las unidades de red conectadas al Mac se desconectaba con una insultante asiduidad, llegando incluso a no resolver el nombre local del NAS y debiendo conectar directamente por la IP. Todo muy raro y a veces hasta aleatorio. Así que decidí poner dicho router en monopuesto para conferir a mi Airport Extreme el control absoluto de mi red.

    Recordando mi experiencia con Apple, en cuyos foros de soporte generalmente encuentras todas las respuestas, me dirigí a los foros de soporte de Movistar para preguntar cómo poner este router en monopuesto. En muy poco tiempo recibí una contestación del personal de Movistar diciéndome que dicho router no se podía poner en monopuesto, y aquí viene lo bueno: recibí un mensaje privado ofreciéndome gestionar un cambio de mi router por un Comtrend C5813, que sí admite la configuración que yo deseaba. Tras mi respuesta con los datos de mi linea, en 1 día hábil tuve el cambio hecho. No salía de mi asombro.

    Agradecí a la persona de contacto la rápida y eficiente gestión realizada y me dispuse a aplicar este tutorial para poner el Comtrend en monopuesto, cosa que hice con éxito por lo cual mi red ya está bajo el mando de mi Airport Extreme y todo vuelve a funcionar perfectamente, NAS incluido. Eso sí, un router en monopuesto es promiscuo y asigna la IP pública al primero que se le conecta; se me ha ido la luz un par de veces y he tenido que desconectar todos los cables del red del Aiport Extreme para dejarlo sólo con el Comtrend y que recibiera bien dicha IP, porque si no, no hay Internet que valga 😉

    Está en la naturaleza del ser humano quejarse (y mucho) cuando las cosas no le van bien; me parece que es también de justicia contar cuándo las cosas van mejor de lo esperado y máxime con una empresa que goza de la peor reputación posible en lo que respecta a la atención al cliente.

    Espero que esto sea sólo el principio de una hermosa amistad… y que de paso dejen de asediar a mi suegro, el cual de momento ha abandonado un historial de toda una vida como cliente de Movistar para irse a Pepephone.