Los micrófonos de diadema no son, por definición, un tipo de micrófono que debamos tener en consideración para el podcasting. Con la excepción de productos muy profesionales con un coste muy elevado, este tipo de micrófono no nos va a dar la calidad aceptable para un podcast, siendo su única ventaja la portabilidad y la comodidad de no tener que fijar la cabeza en un punto concreto.
No obstante lo anterior, en mi arsenal existen muchos micrófonos que no son por definición adecuados para podcasting, pero que pueden tener su justificación en determinados contextos o incluso para producciones de vídeo. En ese sentido, siempre he tenido curiosidad por conocer si existía algún micrófono de diadema de precio contenido suficientemente decente como para formar parte del arsenal de un podcaster. La conveniencia del RØDE NTH-Mic me ha permitido hacer una prueba que en otro caso no hubiera hecho.
Y creo que “conveniente” es el mejor calificativo que un podcaster puede dar al RØDE NTH-Mic, por ser un complemento a un buen auricular cerrado NTH-100 que ya tenemos, o un motivo más de compra de dicho auricular, viendo que puede doblar funciones como micrófono decente en determinados contextos.
He hecho un análisis en vídeo de este micrófono comparándolo con un micrófono dinámico de podcast como es el RØDE Procaster.
La línea NTH viene ahora, por tanto, en tres sabores:
El auricular original NTH-100, recomendadísimo, el que uso todos los días.
El micrófono NTH-Mic, que compras por separado cuando ya tienes unos auriculares NTH-100
El auricular NTH-100M, un pack que incluye auricular con micrófono.
Creo que RØDE ha hecho un trabajo bastante interesante con este micrófono. Puede desempeñar el papel de micrófono principal para determinadas funciones del día a día, como videoconferencias, o incluso para determinados creadores de contenido. Para un podcaster es simplemente una herramienta más a usar en ciertos momentos en función de la comodidad necesaria, conociendo de antemano el sacrificio de calidad de sonido que haremos.
El uso del feed como medio de difusión del podcasting asegura nuestra independencia y también que el mismo contenido esté disponible de la misma forma en diversas plataformas y aplicaciones. Esta universalización es una gran ventaja pero al tiempo presenta el inconveniente de dejar poco espacio a las aplicaciones de podcasts para que traten de innovar.
No obstante, todas intentan hacer su parte y es interesante para un podcaster conocer qué se van a encontrar nuestros oyentes en tal o cual aplicación y qué podemos hacer para mejorar su experiencia incluso en nuestro propio beneficio.
Overcast es una de las aplicaciones más importantes en iOS, donde tiene que luchar contra la omnipresente Apple Podcasts al tiempo que trata de resistir los embates de Spotify. En mi red de podcasts, Overcast es la responsable del 18.84% de las descargas, una cifra que sube en algunos podcasts (un 28,50% en Bala Extra o un 36,22% en Weekly).
Para que tu podcast esté en Overcast basta con que lo hayas añadido a Apple Podcasts. Pasados un par de días, como mucho, aparecerá también en Overcast. Incluso puedes predecir cual va a ser la URL de tu podcast. Si en Apple Podcasts eres https://podcasts.apple.com/es/podcast/promopodcast/id579954969, en Overcast tu URL se va a formar con ese número de ID, y por tanto en este caso será https://overcast.fm/itunes579954969/.
La página de añadir podcasts de Overcast, a la que llegas pulsando el + de la esquina superior derecha, comienza con la sección “Suggestions for you”, que se forma con los podcasts a los que están suscritos otros usuarios que comparten suscripciones contigo. Esta sección, como podcasters, no nos interesa por que queda lejos de nuestra capacidad de influencia.
El resto de recomendaciones y sugerencias, aparte de los consejos editoriales, viene directamente de los usuarios; Overcast permite a los oyentes recomendar capítulos dándole al botón con forma de estrella. Cuantas más de estas recomendaciones reciban tus capítulos, más posibilidades tienes de aparecer recomendado. ¿Debes pedir a tus oyentes que pulsen el botón de estrella? Es un tema a debatir que entra en el mismo saco de si debemos pedirles continuamente que escriban reseñas en Apple Podcasts o que pongan 5 estrellas aquí o allá. No tengo una respuesta para esto porque creo que depende mucho del carácter y tamaño de tu audiencia y del estilo de tu podcast. Sin embargo, en el caso de Overcast, poner una estrella a un capítulo no es algo que se haga sólo de cara a la galería, porque existe una lista de reproducción específica donde puedes ver todos los capítulos a los que se la hayas impuesto y que son, por tanto, tus favoritos.
Overcast tiene soporte para secciones o episodios dentro de los capítulos de tu podcasts, bien se trate de archivos MP3 o archivos M4A. En estas secciones muestra títulos, imágenes y enlaces.
Overcast es especialmente amigable con los podcasts privados o protegidos con contraseña. No es por tanto de extrañar que sea el reproductor predilecto de los suscriptores de Weekly. El usuario puede añadir la URL completa https://usuario@contraseña:emilcar.fm/feed/weekly o puede simplemente añadir https://emilcar.fm/feed/weekly e indicar, en el campo establecido para ello, el usuario y contraseña. Si Overcast detecta que un podcast al que te has suscrito tiene contraseña o que en su feed está la etiqueta <itunes:block> (que evita que Apple Podcasts lo indexe, como ocurre con los feeds de Mumbler) le va a aplicar una serie de restricciones:
El botón estrella no servirá para recomendarlo a otros oyentes, simplemente funcionará a nivel interno del usuario.
El botón compartir sólo mostrará enlaces a exportar el archivo de audio y a crear un clip en vídeo de un fragmento, pero no a compartir enlaces al capítulo.
Overcast se identifica correctamente en tus estadísticas con su user agent. No hace rehosting, pero puede descargar capítulos para recolectar metadatos. La aplicación actualiza los feeds en intervalos de 24 horas en función de su popularidad y de su periodicidad. Por ello, la aplicación identifica cuándo se publica habitualmente un podcast y lo muestra a los oyentes. Sin embargo, no muestra datos más sencillos que están en el feed, como el número de capítulo y de temporada, al menos de momento. Marco Arment, el creador de Overcast, está muy involucrado con el podcasting independiente, por lo que no hemos de descartar que a lo largo de este año (las prisas son para los ladrones) Overcast muestro no sólo capítulos y temporadas sino sea compatible con muchas de las nuevas etiquetas del Podcasting 2.0.
Ahora que sabes todo esto sólo te queda mirar tus estadísticas, valorar el peso que en ellas tiene Overcast y trazar una estrategia de cara a mejorar la presencia de tu podcast en esta aplicación.
elgato Wave DX es el primer micrófono dinámico con conexión XLR que fabrica la marca, centrada principalmente en productos para streamers. Se trata de un micrófono que tiene una construcción entera metálica muy robusta, incluso el mini brazo, que es el accesorio a través del cual vamos a enroscar nuestro micrófono tanto a un pie de micro como a un brazo. Para favorecer su adaptación a cualquier setup, podremos montar el mini brazo tanto a un lado como a otro del micrófono.
He estado algo más de un mes usando elgato Wave DX como mi micrófono principal, conectado a la RØDECaster Pro II y montado sobre un brazo RØDE PSA-1. Sin embargo, para las pruebas finales y su comparativa con el RØDE PodMic, que puedes ver en el vídeo adjunto, he usado una Focusrite Scarlett 2i2. Esta interfaz puede dar una ganancia de hasta 56 decibelios; como elgato Wave DX precisa 52 no hace falta ponerla al máximo. También es capaz de alimentar correctamente el RØDE PodMic, un micrófono que he elegido para la comparativa porque es más neutro, más “normal”.
Pese a ser un micrófono dinámico con patrón cardioide, elgato se ha esforzado para conseguir un sonido nítido, presente y poco distorsionado aunque el locutor no esté en la posición óptima. Es lo que elgato define como «un patrón cardioide generoso» y tiene todo el sentido si pensamos que es un micrófono dirigido a los streamers, evidentemente como todos los productos que hace elgato, y los streamers pues no son las personas más cuidadosas del mundo con su colocación, algo que cualquier podcaster que haya tratado de grabar un vídeo puede entender y justificar perfectamente 😅
Uno de los efectos secundarios de este «patrón cardioide generoso» es que el efecto proximidad, tan característico de los micrófonos dinámicos, está muy atenuado en este micrófono; pero no es sólo a causa de esta característica, sino también porque el micrófono incluye un filtro de paso alto que atenúa los componentes de baja frecuencia. Esto lleva a que las voces masculinas más graves suenen más claras sin necesidad de tocar nada, y el resto de las voces sólo notará, quizá, cómo el registro agudo destaca algo más.
Personalmente, prefiero que los micrófonos vengan sin filtros y ser yo quien trabaje en post-producción cualquier modulación del sonido que me interese, pero no cabe duda de que el hecho de que el micrófono deje hecho parte del trabajo a priori es de mucha utilidad para determinado tipo de voces.
Durante mis pruebas iniciales con el micro pude comprobar cómo, pese a estar pensado para streamers, elgato Wave DX es excesivamente sensible a golpes en la mesa, vibraciones o ruidos de teclas o clics de ratón. Por otra parte, aporta un sonido claro, potente y brillante que, de alguna forma, “engancha”, aunque no es el sonido que yo quiero para mis podcasts.
El discurso oficial sobre el podcasting suele ser muy abierto y motivador, siempre poniendo por delante todas las ventajas del medio y, sobre todo, la pluralidad de formas en las que puedes acercarte a él a la hora de producir tus podcasts.
Son muchos los compañeros que animan a los recién llegados a empezar con lo que tengan más a mano, hospedando sus podcasts en un hosting gratuito como puede ser Anchor o iVoox, sitios ambos que, más allá de opiniones personales, a todos nos parecen muy fáciles de entender e ideales para empezar. «Más adelante, puedes migrar a otro sitio», les solemos decir. El recién llegado nos agradece los consejos, pero algo en su interior le dice «Pero si no sé ni lo que estoy haciendo, ni entiendo nada de lo que veo en Anchox o Ivoor ¡cómo voy a pensar siquiera en migrar a otro sitio! ¡MIGRAR EL QUÉ!».
Por todo ello, no debe extrañarnos que muchos novatos que quieren hacer un podcast sean seducidos por plataformas que, más allá de cualquier otra consideración, les ponen las cosas fáciles. Los más ancianos del lugar recordarán cuando llegó Spreaker entre 2011 y 2012 (no recuerdo la fecha exacta) provocando un auténtico terremoto en el sector. Desde la aplicación del móvil, hablando directamente al dispositivo o con unos auriculares, podías crear tu podcast y tener tu capítulo publicado en cuestión de minutos, sin siquiera un rudimentario conocimiento de qué es un feed o cómo se come eso. Y además sin micrófonos, ni interfaces de audio, sin editar en Audacity o en GarageBand. Aquello sentó MUY MAL a mucha gente, que negaban que tener “un Spreaker” fuera tener un podcast.
La comunidad del podcasting somos un pueblo desmemoriado porque cuando llegó Anchor años después repitiendo la misma fórmula, la reacción fue similar, pese a que la nueva plataforma ofrecía ingeniosas soluciones para la producción en movilidad y la colaboración con la audiencia.
Hoy en día muchos de estos prejuicios se han superado, más allá de que algunos de nosotros sigamos pensando que la sindicación de archivo de audio con un feed RSS es lo único que te puede conferir la denominación de podcast. No obstante, al final es el mercado el que manda, y mucha gente llama podcast a cosas que harían sonrojar al mismísimo Adam Curry. YouTube ahora mismo es el hogar de muchos podcasts, o al menos de lo que muchos usuarios y creadores entienden por podcast. Y dadas las facilidades de la plataforma para subir y distribuir el contenido, son muchos los nuevos podcasts que optan por estar allí y no se plantean estar en ningún otro sitio, como hay mucha gente que no sabe que existe un vasto mundo fuera de iVoox o a mí no se me pasaría la cabeza crear un podcast exclusivo de una única plataforma.
El podcast es, para muchos, una pata más de cualquier esquema de creación de contenidos. Substack es la plataforma más popular de newsletters y pone muy fácil crear un podcast anexo a tu newsletter. La plataforma te permite tanto crearlo desde cero como importar un podcast existente añadiendo el feed y ofreciéndote después instrucciones para efectuar las oportunas redirecciones de feed en tu hosting. A la hora de comenzar un podcast nuevo nos vamos a encontrar un formulario muy similar al de cualquier hosting, pero ya cumplimentado con los datos de nuestra newsletter existente, lo cual facilita mucho comenzar en un medio del que, a lo mejor, no sabes nada.
Substack va a informar a cada suscriptor de tu newsletter de cada capítulo publicado y le permitirá escucharlo en la web o en la app, pero también te va a dar un feed público para que lo mandes a Apple Podcasts y resto de directorios.
Recientemente José Luis Hurtado, buen amigo y buen podcaster, ha retomado la creación de contenidos entorno a las series de TV, uno de sus temas favoritos. Substack se lo ha puesto muy fácil para crear una newsletter y le ha dado las herramientas para crear un podcast anexo; el hecho de que sea una herramienta más, permite a José Luis que el podcast no sea el centro de su proyecto, sino algo adicional cuya creación puede enfocar de una forma más relajada en cuanto a periodicidad y formato. Con toda seguridad, en Substack no encuentras todas las posibilidades que te ofrece una plataforma especializada en podcasts, pero es suficiente. Suficiente para que un podcaster experimentado como José Luis saque adelante su proyecto y suficiente para que un podcaster novato comience el suyo y, más adelante, pueda migrar a otro sitio, sabiendo ya quizá lo que tiene que migrar 😉
Recientemente he tocado en este blog el tema de las versiones premium de podcasts existentes. He dedicado un artículo al contenido y otro a la forma. Durante el proceso de creación de ambos artículos, puse en marcha de forma privada una versión premium de Emilcar Daily, mi podcast diario de tecnología.
Si una versión premium de un podcast convencional es un reto, hacerla de un podcast diario es un reto todavía superior, así que pensé que llevar a cabo este experimento serviría para ir comprobando todos los puntos que me surgían en mi investigación para escribir esos artículos.
Para hacer el experimento usé lo que tengo más a mano, mi web emilcar.fm en WordPress donde tengo instalados los plugin Powerpress y Restrict Content Pro mediante los cuales ofrezco Weekly, mi podcast premium semanal. Fue tan sencillo como configurar un canal adicional de podcast privado y conferirle los mismos permisos que al de Weekly, de forma que algunos suscriptores de Weekly pudieron ayudarme con las pruebas.
El planteamiento de Emilcar Daily Premium no era distinto del que debe serlo el diseño de producción de cualquier podcast. Los añadidos que tenga este podcast no pueden comprometer su lanzamiento en el día a día. Por ello, partí de la premisa de que Emilcar Daily Premium estaría disponible a las 00:01 de cada día (contrariamente a las 7:00 de la versión normal), que estaría codificado en estéreo y 320kbps y que no tendría publicidad. Hice pruebas del tiempo que tardo en retirar los patrocinios leídos por mí durante la grabación de cada capítulo de Emilcar Daily y establecí un flujo de trabajo al respecto. Estuve haciendo pruebas también con la posibilidad de incluir una carátula distinta para cada capítulo, pero no tengo el talento y el conocimiento para hacerlo con cierta calidad en poco tiempo, así que lo deseché. Y no me costó mucho hacerlo, porque prescindir de esto supone que los suscriptores de este Emilcar Daily Premium pueden disfrutar permanentemente del fabuloso logo creado para el podcast por Pedro Luis Alba.
Concluida la prueba, publicados los artículos y siendo todo satisfactorio, pensé «¿y por qué no?». Sólo me quedaba acudir a una de las sesiones mastermind que tengo con Víctor Correal en su podcast No es asunto vuestro para tomar el resto de decisiones.
La decisión principal que quedaba por tomar era dónde publicar el podcast, y la elección fue Mumbler. Aunque me seducía la idea de tenerlo todo en mi web, la sencillez de Mumbler como plataforma la hace ideal para un proyecto de este tipo, en el que no puedo cargarme de trabajo adicional para no atentar contra la viabilidad esperada. Mumbler es quien soluciona los problemas técnicos, quien da soporte a los clientes, quien les emite las facturas. Yo sólo tengo que entrar a su fabuloso dashboard y subir el capítulo nuevo de cada día.
Una vez que la parte técnica está solucionada y el podcast está en marcha, sólo me queda prestar atención a la difusión. Ya he publicado un capítulo de Emilcar Daily acerca de Emilcar Daily Premium, y también lo he difundido por redes sociales pero, conociendo como conozco el esfuerzo que supone vender podcasts premium, debo hacer un plan de difusión consistente, que no se limite a publicar un tweet de vez en cuando y a anunciarlo en Emilcar Daily las semanas en que no tenga patrocinador.
Y, seguramente, coincidirás conmigo en que en esta parte es donde los podcasters fallamos más. Somos muy buenos creando contenido pero pésimos difundiéndolo. A ver si me enmiendo 🤗
Uno de los problemas con los que se encuentra el podcasting es la descubribilidad, una palabra que todos entendemos aunque no esté en el diccionario y que se refiere a la posibilidad de que tu podcast sea conocido por oyentes potenciales.
Las aplicaciones de podcasts son callejones sin salida; sus rankings y catálogos sirven escasamente para descubrir programas nuevos y, como creador, no puedes contar con ese efecto, toda vez que está por completo fuera de tu alcance.
El boca a boca es sin duda la forma más eficaz de difundir tu podcast. Debes crear un contenido suficientemente interesante como para motivar a tus oyentes para que compartan tu podcast con sus amigos. Aunque es una herramienta poderosa, es lenta y depende de la acción de terceros, por lo cual tampoco es un medio confiable.
La difusión de tu podcast en tus redes sociales podría ser esa herramienta que necesitas pero, una vez más, tiene sus limitaciones. A priori, sólo las personas que te siguen van a recibir tus mensajes anunciando tu podcast, y esas personas ya te conocen por lo que es muy probable que conozcan también tu podcast. Además, ni siquiera tienes seguro que todos tus seguidores vayan a ver tus mensajes; los algoritmos operan de forma caprichosa y la visibilidad de tus mensajes muy rara vez coincide con el número de seguidores que tienes registrado.
Este problema de descubribilidad es endémico en el podcasting. El vídeo lo tiene resuelto porque la esencia de las plataformas es arrojarte todo tipo de contenido a la cara independientemente de a quién sigas y a quién no, incluso en detrimento de estos.
En las últimas semanas he escuchado con atención cómo termina Pedro Sánchez cada capítulo de Bala Extra, diciendo “… el post de este capítulo está en emilcar.fm donde puedes encontrar muchos podcasts que te interesen” y me he dado cuenta de que algo tan viejo y obsoleto como la web puede ser la solución a nuestros males. La web de una red de podcast como la mía puede cumplir ese fin, pero aun así lo haría a baja impedancia, recomendando exclusivamente los podcasts que pertenecen a ella.
Tampoco creo que interese lo contrario, un directorio salvaje, con casi todos los podcasts del mundo recogidos de forma semi-automática. Por muchos filtros y opciones de navegabilidad que tuviera, el exceso de oferta siempre sepultará la existencia de nuevos podcasts. Un ejemplo de esto es Podcast Index, un directorio que nace con la vocación de preservar, proteger y extender el ecosistema abierto del podcasting independiente. Y no es una cosa baladí. Actualmente la inmensa mayoría de aplicaciones de podcasts dependen directamente del catálogo de Apple Podcasts; si un día a la empresa de la manzana se le va la cabeza y cierra el acceso a su catálogo, todas esas aplicaciones y sus usuarios estarían en un problema.
¿Podría ser Podchaser ese punto intermedio? Es un amplio directorio de podcasts con opciones de añadir comentarios, cosa que no vemos en las aplicaciones de reproducción, pero tampoco es un directorio indiscriminado, por lo que la cantidad no sepulta. ¿Y Goodpods? Similar a Podchaser, empieza más fuerte, diciendo que son el Goodreads de los podcasts. ¿Es el idioma una barrera para estas apps? Pareciera que sí. En ninguna de las dos se puede indicar el idioma en el que está hecho un podcast y tampoco filtrar por este aspecto a la hora de hacer búsquedas.
Los artículos de este blog están siempre destinados a ofrecerte soluciones para los problemas que te puedan surgir en el podcasting. En este caso, mi reflexión no me lleva a siquiera atisbar un principio de solución, pero me ha parecido interesante escribir esto en cualquier caso para poner de manifiesto el problema y tener muy presentes mis reflexiones al respecto, pensando en la web como una posible solución. La descubribilidad es un problema que azota al podcasting desde sus inicios y que la popularidad del medio no ha resuelto. Seguimos.