Apple lleva muchas cosas en su ADN y una de ellas es cierta desaceleración que ocurre de cuando en cuando y que nos saca de quicio a los más adictos a la marca. Acabamos de ver la presentación de unos resultados casi imposibles que ni los más optimistas podrían haber aventurado, y todo ello con un único golpe otoñal cuya onda expansiva permite a la Apple de los últimos años vivir con holgura todo el ejercicio fiscal. Se han comido el mercado chino como el que se come un donut leyendo el periódico, y con el precio medio de iPhone vendido más alto desde 2007. Bravo.
Por tanto no voy a contar aquí tonterías de que Apple no va bien, que si les va a pasar esto o lo otro… Es indudable que iOS 8 y Yosemite no están a la altura y que el ecosistema ha dejado de ser lo fiable y perfecto que era antes, pero mientras el mercado les siga tirando los dólares a puñados encima, cualquier queja al respecto será clamar en el desierto.
Pero no siendo yo quejica por naturaleza, sí quiero quejarme de dos cosas que nos deja la presentación de resultados. La primera es que, sin necesidad ninguna, nos quieran colar la tontería de que abril es early 2015, en lo que respecta a la fecha de presentación del ?Watch; para Apple toda la vida de Dios early ha sido hasta marzo ¿qué necesidad hay de este absurdo para no reconocer que vas un poco tarde? ¿A quién le importa lo tarde que vayas cuando eres el último en salir y te vas a comer seguramente todo el mercado?
Lo segundo, y más doloroso para mi, es que cualquier mención a Photos para OS X haya desaparecido de la web y el proyecto parezca post puesto indefinidamente. Con iPhoto y Aperture discontinuados, Apple se desentiende oficialmente de las fotos de nuestro Mac. Jamás creí que vería este día.
Así que voy a bajar de nivel mi cuenta de iCloud y a subir la de Picturelife.
Ahora mismo los que ha guardado todos estos años sus fotos en carpetas ya no me parecen tan errados.