Las últimas horas están resultando un desconcertante vaivén de ideas en mi cabeza. En ocasiones quiero sentarme al teclado a escribir un largo artículo contando todo lo vivido. En otros momentos, siento que todo lo grabado en Spreaker, los tuits míos y de los demás y todo lo dicho en otros blogs y podcasts es más que suficiente.
Pero la realidad es que quiero decir más cosas, o decir las mismas pero esta vez por escrito.
Lo primero sin duda es la acogida de la gente, empezando por los miembros del GUMCAM que me incorporaron en su grupo como si fuera uno más, y terminado por todos y cada uno de los oyentes que se me presentaron y que fueron tan amables de querer tomarse una foto conmigo, fotos que valoro tanto como ellos las valoran y que estoy descargando y añadiendo a mi galería personal del evento.
Y luego están los individuos; pude conocer en persona a mi gran ídolo, Gary Allen, el hombre detrás de ifoapplestore.com, que viaja desde California a cada gran apertura que intuye que merecerá la pena, tan sólo por el placer de hacer la cola con gente que comparte sus mismas aficiones. Al final de la jornada pude departir con él durante 15 minutos e incluso regalarle una de las pegatinas del blog que estuve repartiendo todo el fin de semana. Y por fin pude abrazar a Luis, quien vino con su novia Ana, un tipo al que he conocido a través de Internet y con el que llevo tiempo queriendo encontrarme. El azar me permitió además cenar con ellos y compartir en persona un momento como los que solemos compartir online.
Y también los colegas. Pude saludar a Pedro Aznar y conocer a Eduardo Archanco, ambos de applesfera.com. Y como buen novato en un evento importante de verdad, supe estar a rueda continuamente del más grande, Carlos Burges de Faq-Mac.com, verle hacer y aprender. Carlos fue tan amable de desayunar y comer conmigo, y a la comida vino con Amaya Gerhoff, una mujer que fue muy importante en la estructura de Apple respecto de los GUM, y con la que en el pasado intercambié varios emails.
Y por supuesto está la tienda, el motivo de todo esto, el Apple Store Puerta del Sol, R450 para los amigos. La tienda es sobre todo un regalo para la ciudad; Apple le ha devuelto a Madrid este glorioso edificio, que llevaba años secuestrado por la inmundicia y la ruina. Decenas de madrileños «normales» nos preguntaban con curiosidad por la tienda y manifestaban que ya tenían ganas de verla abierta, por completar su plaza de la manera espectacular que se merece la Puerta del Sol.
El respeto por el edificio original por parte de Apple ha llegado al extremo de pasar por encima de sus propios principios básicos de diseño de las tiendas. Es la primera tienda que tiene un suelo distinto, en este caso, uno que procura continuidad con el de la plaza. Asimismo, en vez de encontrar la clásica escalera de cristal, tenemos una de forja y madera derivada del diseño original, que también podemos ver en las columnas, el techo y los arcos de piedra del sótano. Lo más parecido que existía hasta ahora era la tienda de Covent Garden y ni siquiera esta se escapa del suelo estándar. Y una sospecha: aquí falta tienda. Creo que Apple no ha ocupado todo el espacio en planta baja que podría, y no por dedicarlo a almacén, sino por limitar conscientemente la superficie destinada a venta. No sería extraño que dentro de algunos años y en función de la proyección de ingresos, una reforma interior concluyera en ofrecernos una mayor superficie. Ha pasado en otras tiendas y apuesto que aquí podría suceder también.
El Apple Store Puerta del Sol es por todo ello una tienda ÚNICA en el mundo, y consecuentemente la inauguración tuvo un tono especial, y vivimos momentos que nunca olvidaremos. Aunque la camiseta conmemorativa sea en este caso igual que la del resto de tiendas, los que la tenemos creo que sonreiremos de una manera distinta cuando la miremos.