Como el común de los mortales, nunca he estado presente en carne mortal en una WWDC, pero sí recuerdo con precisión la primera vez que tuve consciencia de tal evento, y fue en 2006. En aquellos tiempos el rumor del iPhone era tan intenso como ausentes las posibles pistas o filtraciones (¡qué tiempos!), así que no fue de extrañar que se apuntara a cualquier evento de Apple como posible momento de la presentación del iPhone.
Recuerdo perfectamente estar escuchando el difunto podcast Cuatrodoce, paseando por la plaza de San Bartolomé de Murcia, y oír a Pedro Aznar decir que la WWDC era para desarrolladores y que Apple no iba a presentar allí ningún producto o servicio que no fuera para ellos.
Aquella WWDC tuvo lugar en agosto. Apple aprovechó el evento para cerrar el círculo de la migración de PowerPC a Mac y presentó el Mac Pro como reemplazo del anterior Power Mac G5, con un diseño que nos ha acompañado hasta la reciente reinvención del producto. Si bien el Mac Pro tampoco es que parezca un producto destinado a desarrolladores (la mayoría de los que conozco se sobran con un MacBook Air) aquella presentación no pareció exenta de sentido, y fue acompañada por una actualización del hoy difunto Xserve y un avance de las principales características de Mac OS X 10.5 Leopard
Las cosas no han cambiado mucho en los últimos años; hemos visto las novedades de iOS y OS X y ocasionalmente se ha anunciado algo de hardware. La diferencia entre aquellos años y estos últimos es el alcance que tiene Apple, el interés de cada cosa que anuncia. Con millones de iPhones y iPads en los bolsillos de cualquier tipo de persona, es normal que un periódico generalista o una cadena de televisión no se resistan a publicar una noticia con las capturas de pantalla de iOS 7, bajo el título Así será tu teléfono a partir de septiembre. Apple hasta la fecha no ha cambiado, lo que ha cambiado es el interés del público y de los medios de comunicación por cualquier cosa que sale de Cupertino.
Mañana lunes veremos seguramente lo mismo que vi yo en mi primera WWDC, en este caso las novedades de iOS 8 y de OS X 10.10 (que se llamará Sirah o Yosemite), y quizá algo de hardware. Si de pronto viéramos algo más exótico, como un nuevo iPhone o una renovación completa de la gama MacBook, entonces sí podríamos decir que es Apple la que ha cambiado.
Jobs proveerá.