Cuando en enero de 2009 salió iPhoto’09 con capacidades para geo-referenciar fotos, corrí como loco a comprar un dispositivo GPS especial para tal cometido. Compré el ATP Photofinder Mini y hablé largo y tendido sobre él aquí, aquí y aquí.
Pasado el tiempo la realidad es que lo he usado muy poco, que es lo que me suele pasar cuando tengo estos arranques de “flipao”. Se me olvidaba con frecuencia llevarlo conmigo y cuando lo usaba se me olvidaba encenderlo o peor, se me olvidaba apagarlo en los momentos en los que no tomaba fotos, con lo cual la batería se acababa rápidamente. Por la falta de uso la batería ha terminado por estropearse y plenamente cargada su duración deja mucho que desear.
Preparando mi reciente viaje a Asturias volví a interesarme por el tema y recordé un par de propuestas para usar el iPhone como geolocalizador de fotos. Una consiste en usar alguna de las numerosas aplicaciones que replican el funcionamiento de un tracker GPS, pero tienen el inconveniente de que terminan por liquidar la batería de tu teléfono. Su ventaja es que te ofrecen muchas funcionalidades y mayor precisión, pero sinceramente he llegado a la conclusión de que no necesito saber las coordenadas exactas de cada foto.
El otro sistema consiste en sacar con la cámara del iPhone una foto de referencia que, al estar geolocalizada por el GPS del propio iPhone, te puede servir de referencia para luego emparejar con ella las que tomes con tu cámara. Es poco preciso pero lo justo para mí y quizá para cualquier aficionado. El problema es que si no tienes cobertura de datos la geolocalización no se produce; aun con plena cobertura he detectado además que muchas veces la geolocalización falla por bastantes metros.
En cualquier caso he usado el segundo método y estoy razonablemente satisfecho. He importado a Aperture esas fotos referencia tomadas con el iPhone y las he usado para localizar a mano las fotos tomadas con la cámara. Existe un buen sistema en Aperture que te toma sólo las coordenadas de esas fotos referencia directamente desde tu iPhone, sin necesidad de importar las fotos, pero yo prefiero importarlas porque la foto en sí me vale de testigo de dónde fue tomada y me facilita emparejar las otras.