Esta mañana ni he querido leer otros blogs para ahorrarme el aluvión de críticas a la keynote de ayer. Es cierto que estoy un poco decepcionado pero no creo que sea el fin del mundo ni voy a ganar nada maldiciendo a los cielos, así que voy a centrarme en comentar algunas de las novedades. Y si hablamos de novedades, sin duda tenemos que hablar de iTunes 9.
Quiero empezar por Compartir en Casa, una característica que escuchada en directo parecía la respuesta a las plegarias de muchos pero cuya metodología parece que después no ha convencido a tantos ¿o me equivoco? Vamos a ver.
Compartir en Casa se presenta como una solución para los hogares donde conviven distintos Macs con distintos usuarios y distintos iPods o iPhones.
Hasta ahora la solución más socorrida era sincronizar todos los iPods/iPhones con el mismo ordenador/usuario que era el que tenía la biblioteca musical. Sin embargo esto es poco funcional ya que aparte de reventarte las estadísticas, si dos personas escuchan el mismo podcast el mantenimiento de capítulos no escuchados es un caos, aparte de otros muchos inconvenientes.
Otra solución es sacar la biblioteca musical (los archivos) a una ubicación compartida y que cada usuario/ordenador acceda a ella independientemente. Es casi la solución perfecta, si descontamos que cuando uno de los usuarios añade elementos nuevos a la biblioteca, los otros permanecen ajenos a dicha aportación y deben buscar manualmente los archivos para que salgan en su iTunes. Los podcasts, las aplicaciones, las estadísticas, las puntuaciones y las listas de reproducción sin embargo funcionan perfectamente y de manera individualizada, aunque no creo que sea buena idea que un usuario trate, por ejemplo, de cambiar el género de una canción u otros detalles, ya que podría causar inconsistencias en las bibliotecas de los demás, toda vez que la mayoría de esos campos residen en el propio archivo mp3/m4a.
Compartir en Casa parte de un concepto que algunos nos resistimos a adoptar: la duplicidad de los archivos musicales. Se basa en configurar la cuenta iTunes principal de la casa en cada uno de los ordenadores/usuarios que vayan a compartir la biblioteca musical; primero se hace en el ordenador/usuario principal, el que tiene todo el material y lo va a compartir. Luego se autorizan los distintos ordenadores/usuarios. En el usuario cliente, aparece la biblioteca compartida con la posibilidad de seleccionar y copiar en su propio ordenador los elementos que le interesen, mediante una serie de opciones que sin duda mejorarán en futuras versiones. Existe la posibilidad de transferir automáticamente las compras nuevas, pero no sucede igual con la música que añades de tus CDs previamente comprados.
Ejemplo: él tiene un iMac y ella un MacBook. Se configura el servicio y cuando él tiene iTunes conectado, ella puede ver su biblioteca y copia a su ordenador los elementos de quiere tener. De cuando en cuando repite la operación y puede ver tan sólo los elementos que no ha copiado todavía, así se facilita el ver qué le falta por copiar. Las compras se transfieren automáticamente. Es cierto que es una lata tener la música duplicada; sería mejor tenerla en un disco duro conectado al router o en el Time Capsule o lo que sea, pero de esta manera, si salimos de casa con el portátil nos llevamos nuestra música con nosotros, además de que el propietario del MacBook puede manejar a su antojo la música copiada, cambiando etiquetas, géneros y lo que guste.
Podríamos decir que Compartir en Casa ofrece una solución más o menos buena para aquellos que usan distintos ordenadores pero ¿y los que usamos el mismo ordenador con distintos usuarios? Pues ese es mi caso y os cuento cómo funciona. Mi mujer y yo compartimos iTunes como he explicado más arriba, con la carpeta de archivos musicales situada en una ubicación compartida. Tras activar Compartir en Casa, he dejado iTunes abierto en mi sesión y me he pasado a la suya, donde he configurado también el sistema. Entonces ha aparecido la lista de elementos de mi biblioteca y cuando le he dicho que me mostrara sólo las cosas que ella no tiene ¡MILAGRO! lo ha hecho. Así he podido ver que los últimos 6 discos añadidos a mi iTunes todavía no los había añadido al suyo. ¿Qué hago? ¿Le doy a importar a ver qué pasa? Pues le he dado y ¡¡FAIL!! añade los discos nuevos PERO duplica los archivos 🙁
No estoy triste del todo porque aun así, es de una ayuda tremenda. Ahora me conecto a la sesión de mi mujer, veo lo que le falta y lo añado, pero usando el método tradicional (cmd+O) que es manual, pero no duplica los archivos. ¿Podría ser mejor? Sí, pero me ahorra el trabajo más penoso que es saber qué le falta y qué no.
CONCLUSIONES
Tras haber pasado un buen rato trasteando el sistema puedo decir que estoy básicamente contento para lo que es mi situación y muy contento para aquellos que manejan dos ordenadores completamente separados, porque para ellos sí es una opción casi perfecta. No obstante, creo que este Compartir en Casa es un buen comienzo pero no el sistema definitivo. Veo claro que Apple ha «probado» con esto y que la siguiente prueba será iPhoto, pero también veo claro que la solución definitiva es una combinación de hardware y software, es decir, una estación AirPort con disco duro que también lleve un software que gestione los contenidos multimedia, dejando en manos cada usuario si quiere usar dichos contenidos en streaming o copiarlos a su equipo. Mientras esperamos, esta solución está más que bien 🙂