Hoy ha sido el día de la funda. Cuando estuve en Madrid a finales de enero con un puñado de colegas de twitter para ver la Star Wars Exhibition, me dejaron bien clarito que el iPhone 3G que casi todos tenían precisaba de una funda, ya que la parte trasera era propensa a rayazos.
Hoy me he dirigido a Benotac para comprar una funda para mi iPhone 3GS, dado que físicamente comparte todos los defectos y virtudes que su antecesor 3G. Mi opción estaba clara, ya que quería comprar la misma funda que le regalé a Rocío para su iPhone, una GrooveShield Form de Cygnett.
Se trata de una media-funda, es decir, una funda que sólo cubre la parte de atrás del iPhone donde se encaja a la perfección añadiéndole un grosor casi inapreciable. La funda es de un plástico endurecido que podría pasar por metal, muy muy similar a la parte posterior del iPhone EDGE la cual no es de alumnio, pese a lo que se pueda creer.
Además, esta funda tiene un acabado en mate que le da un aspecto impecable al iPhone. La de Rocío es roja y la mía negra; en Benotac he visto también un modelo arlequinado que no me terminó de convencer. La funda deja la parte de delante libre para que elijáis si poner o no un protector adhesivo, al tiempo que deja libres los huecos para los botones y conectores.
La verdad es que estoy muy contento con ella y creo que por 20 € me da todo lo que preciso: protección y cierto valor estético.