Después de las excelencias que se han escuchado sobre el Office 2008 para Mac, lo último que yo me podría imaginar es que iba a ser este programa precisamente el que mayores problemas me presentara en mi proyecto de usar un Mac en la oficina. El problema que se me presenta es debido a una particularidad en el uso de Office que tenemos en mi empresa, pero supongo que cada uno tendrá sus rarezas.
Al igual que el 50% de mi trabajo es el uso del paquete de Sensei de gestión y contabilidad (por cierto, la mitad de los ordenadores de esta gente son Mac y resuelven todas estas historias usando algo llamado Citrix), un 30% es el uso de documentos de Word combinados con Excel, un 10% el uso de dichos archivos por separado y otro 10% el uso de Internet, correo electrónico, Evernote para GTD y alguna otra cosilla.
Sabemos que Microsoft quitó del Office 2008 para Mac el soporte para VisualBasic, privándole no sólo de mucho potencial, sino también de mucha compatibilidad con plantillas y procesos complejos que algunas empresas definen para los documentos de Word y Excel. Yo pensé que esto no me afectaría a mí, pero me equivoqué de plano, porque resulta que por algún motivo Office para Mac no combina correctamente los documentos de Word y Excel, presentando problemas en aquellas celdas de Excel que contienen fórmulas: bien muestra los campos en blanco bien muestra extraños caracteres.
He hecho 10 millones de pruebas y me he pateado arriba y abajo un montón de foros sin resultado satisfactorio. Sí he obtenido una clara conclusión: a fecha de hoy y cualquiera que sea la versión de la que hablemos, Office para Mac no es 100% compatible con Office para Windows en el entorno empresarial. Seguramente para un usuario particular o para profesionales y empresas concretos pueda valer, pero para mí (y para bastante gente) no vale.
Sin embargo de todas estas pruebas y andanzas saqué un conocimiento valiosísimo, ya que Flavio de Puromac me aseguró que Windows bajo Parallels es transparente en cuanto a aplicaciones para Mac OS X, o sea, que estando en el Finder puedes coger cualquier archivo y decirle directamente que te lo abra con la aplicación fulanita que tienes instalada en el Windows de Parallels. Si a eso le unes el modo coherencia, que hace «desaparecer» el escritorio y otros elementos fijos de Windows, el resultado es que tienes las ventanas de Word y Excel para Windows flotando sobre tu Finder sin ningún problema como si fueran aplicaciones nativas, e interaccionando con el Finder como cualquier otra aplicación. Y lo de combinar correspondencia funciona a la perfección.
La pregunta es ¿es ésto aceptable? En el primer capítulo de esta serie manifesté que el único uso de Windows debía ser esa aplicación que todos tenemos hecha a medida para la empresa y que todo lo demás debería funcionar nativamente sobre Mac. Algunos lectores que han seguido este asunto en los comentarios de artículos anteriores o por Twitter me han recomendado que instale Office 2003 para Windows sobre CrossOver. El problema es que algunos me han dicho que funciona muy bien y otros me han dicho que no funciona del todo bien. Y no tengo más tiempo para pruebas.
El tiempo se me acaba, amigos. Mi actual PC del trabajo está hecho polvo y necesita con urgencia un cambio de disco duro, una tarea pesada a la que no pienso entregarme si no es imprescindible. Así que esta semana tengo que tomar la decisión definitiva.
Dada la total transparencia de Windows en Paralells, cosa que no conocía y que me ha dejado sorprendidísimo, creo que voy ACEPTAR esta solución y a seguir adelante con mi proyecto. Si el día de mañana Microsoft saca un Office para Mac más acorde a mis necesidades o resulta que CrossOver funciona bien con Office 2003, pues mejor que mejor, pero al menos tengo un punto de partida interesante y 100% funcional (MUY funcional, creedme) aunque me suponga tener que «convivir» con un Windows dentro del Mac 🙁
Aunque os pueda parecer que este artículo destila un poco de decepción, en realidad estoy muy contento e ilusionado, porque durante días he creído que había fracasado completamente y esta solución me ha dado de nuevo vida a un proyecto al que le queda sólo una fase. En mi siguiente artículo veremos cómo resuelvo el uso de dos aplicaciones menores: la mensajería interna vía Netsend y la recepción de documentos escaneados en la fotocopiadora de la empresa.
Imagen sacada del flickr de Ethan Fortes