Sólo Jobs sabe cuántas horas pasé en mi adolescencia frente a mi Amstrad CPC 464 con monitor de fósforo verde jugando a un buen puñado de increíbles juegos. De todos aquellos, ahora mismo recuerdo dos con intensidad y son La Abadía del Crimen y Head over Heels. Ahora ya no tendré que recordar más el segundo, porque este juegazo está entre los 15 que Retrospec ofrece para Mac, como recuerdo de aquella época dorada del videojuego. Ya le he dedicado cierto tiempo y el port merece la pena, sobre todo el modo a pantalla completa y la posibilidad de renombrar las teclas de control para usar las míticas OPQA.
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