No, amigos, no voy a cambiar de hosting, mi mudanza es mucho más 1.0, mucho más convencional. Resulta que de cara a mi próximo matrimonio, mi futura esposa y yo decidimos darle un lavado de cara a mi casa, que es donde vamos a vivir ambos.
Dicho lavado de cara consiste en lijar y barnizar el parquet y pintar. Para acometer tales tareas, la casa debe quedar completamente vacía del todo durante tres semanas, y mientras, viviré (de nuevo) con mis queridos padres (¡¡hola mamá!!). Por todo ello inicio esta tarde la árdua tarea de empaquetado de todas mis pertenencias. Va a ser profundamente divertido, sobre todo para el gato.
La mudanza se consumará el jueves o viernes y una vez que esté instalado en el domicilio parental, mi actividad volverá a ser la de antaño. Además tendré muchas cosas que contar porque, como quizá recordéis, mi padre tiene un iMac Core 2 Duo y podré hacer diversas pruebas relacionadas con compartir recursos en redes Bonjour.
Sólo espero que mis padres me dejen volver tarde y traer alguna chica a casa 😉