La compra de algunos dispositivos nuevos ha hecho que el puerto USB sea algo en escasez actualmente en mi equipo. Por ello, y para quitarme un cable de enmedio, he adquirido el ratón inalámbrico de Apple.
A priori no deja de ser el mismo ratón que viene con el iMac pero sin el cable y con dos pilas, pero pronto descubres que no es así. El escandaloso led rojo del ratón convencional ha dado paso ahora a un laser casi invisible con un pequeño led verde que indica la disponibilidad del ratón para emparejarse con un equipo. Es desplazamiento del ratón es mucho más suave (el otro no está nada sucio, no es por eso), sin embargo aunque la rueda sí me ha parecido más sensible que la del otro ratón, creo que esta vez sí tiene que ver en que el otro está ya un poco desgastado por el uso.
Para los que no lo conocéis, el Mighty Mouse en sus dos versiones es un ratón de cuatro botones: izquierdo, derecho, un doble botón lateral y la rueda, que hace clic si la aprietas. Lleva unos sensores debajo de la carcasa y según donde pongas el dedo, el ratón deduce si estás apretando el izquierdo o el derecho, esto es, no existen esos botones, sólo una superficie sensible al tacto. ¿A que os quedáis muertos?
Tanto este ratón como su pariente «con rabito» (apple.es dixit) funcionan tanto en un PC como en un Mac, con la fina ironía de que en un Mac necesitas instalar un software y en Windows no. Y es que todavía hay mucha gente que piensa que «un ratón multibotón no es Mac».